De la escuela al colegio rural.
La historia del recién renombrado C.E. I. P. “Pérez Villanueva” de Barruecopardo entronca las escuelas de niños y niñas que se construyeron en los años cincuenta en este pueblo y que fueron inauguradas por el gobernador civil, de cuyos apellidos tomó este centro educativo su actual nombre.
En la década de los años sesenta se impartía la enseñanza por grados y durante algunos años, ya constituida en graduada mixta, la escuela compartía espacio con un instituto libre de enseñanza. Con la ley de Enseñanza General Básica (E.G.B.) desapareció el instituto y la escuela se convirtió en un Colegio de Concentración escolar a finales del curso académico 1975/76. Agrupaba a nueve pueblos, aunque en Saldeana, Saucelle, Vilvestre, Mieza y Villasbuenas seguían los alumnos de la primera etapa con sus maestros, en muchos casos “Robinsones”, ya que la mayoría eran escuelas “unitarias”.
En cambio Barruecopardo “concentraba” a más de trescientos alumnos a principio de los años ochenta. Fue una de las concentraciones mejor aceptadas por los implicados y recibida por muchos con ilusión y entusiasmo.
Aquel instituto anterior quizá allanó el camino para esta acogida a la CONCENTRACIÓN ESCOLAR que produjo buenos frutos en los campos formativo y educativo y también en el ámbito cultural. En el año 1993 es cuando aparece la nueva entidad escolar con el calificativo de COLEGIO RURAL AGRUPADO.
En la actualidad, sólo hay aulas abiertas y funcionando en la Localidad de Barruecopardo. Muchos han sido los cambios en la enseñanza durante todo este largo periodo y los maestros tratan de adaptarla a las nuevas maneras y modos que la sociedad demanda y por los que se apuesta. Quizá lo más anacrónico que se nos ha quedado haya sido el nombre “Pérez Villanueva”, con todos mis respetos a los descendientes del ilustre señor.
Luís Casero Alonso